Hollywood y el Storytelling
Jun 12, 2024
Hollywood y el Storytelling
Jun 12, 2024

Omar Romero Contreras

Comunicación Política

Omar Romero Contreras

Comunicación Política

Exigimos que los demás vayan al grano y hablen sin rodeos. Decimos: “Déjate de historias” o “No me cuentes películas”. Pero curiosamente, entendemos mejor los mensajes si tiene forma narrativa. Los cuentos son nuestros aliados: la mente asimila mejor los datos nuevos si están enhebrados en anécdotas, aventuras o ficciones; y los olvida antes si los encuentra aislados y sin marco. Llevamos milenios transmitiendo conocimientos de generación en generación gracias a los mitos y las fábulas. Hoy pensamos que las leyendas llegan a nuestro mundo moderno, racional y evolucionado como huellas primitivas del amanecer de los tiempos.

Sin embargo, nunca hemos dejado de construir mitos contemporáneos. Aunque no lo parezca, la ciencia, la historia y la economía también fabrican sus quimeras: la idea del progreso ilimitado, de la mano invisible que regula los mercados libres, o de la sociedad del ocio en la que todos holgazanearemos mientras las máquinas hacen el trabajo duro. Ahora nos fascina sobre todo el mito del emprendedor. Nuestra historia favorita es la de un Steve Jobs melenudo creando con otros chavales una empresa multimillonaria en su garaje. Solo que, según su socio Steve Wozniak, nunca hubo tal garaje: es una leyenda inventada para cautivarnos.

En nuestra época, como en el pasado usamos la imaginación para crear las historias que nos gustaría creer.

Irene Vallejo, “Mucho cuento” en La Columna,
Heraldo de Aragón, 24 de abril de 2019.

 

 

Desde la noche de los tiempos hasta nuestros días, no podemos sustraernos del poder cautivador que tiene una buena historia bien contada.

En su obra Morfología del cuento, Vladimir Propp (1895-1970), antropólogo y lingüista ruso, expuso una serie de 31 tramas básicas o funciones narrativas que a continuación se enlistan:

Esas son las 31 funciones narrativas de Propp y aparentemente pueden no indicarte como construir una historia, lo que en este momento debes saber es que una buena historia contiene estos cuatro elementos:

[Protagonista – Antagonista – Conflicto – Desenlace]

Y las 31 funciones señaladas en la tabla se combinan en estos cuatro elementos. Pero si te parece más adecuado traslademos esta información a un ambiente mucho más familiar para la mayoría de nosotros: Hollywood.

Hollywood lleva 100 años contándote las mismas seis historias y no te habías dado cuenta (Torres, 2019), en este sentido existen seis metanarrativas que son la base de todo cuanto se ha producido en películas comerciales exitosas de Hollywood; y esos seis metarelatos utilizan eficazmente la combinación de las 31 funciones de la Morfología del cuento de Propp con los cuatro elementos para construir una historia.

Por eso “no hay nada nuevo bajo el sol”, se respeta la estructura básica y solo se añaden adornos, refinan o cambian elementos no importantes para construir historias que conecten. Las seis metanarrativas son:

1. Historias Ícaro
Son las historias de ascenso y caída; retoma su nombre del mito griego de Ícaro, su padre Dédalo le fabrica unas alas de cera y plumas para poder escapar de su confinamiento, el padre le advierte a Ícaro que no vuele muy alto, de lo contrario el calor del sol podría derretir la cera y disolver las alas, Ícaro deslumbrado por la emoción y la sensación de poder alcanzar el sol decide subir más alto, causando así que la advertencia de su padre se volviera realidad.

Este tipo de historias nos habla de la ascensión del héroe, del éxito vertiginoso para quien toma el cielo de un simple salto y su posterior caída representa la estupidez y el egocentrismo del protagonista por olvidar de donde viene o alejarse de sus virtudes, está tan cegado por el éxito que no ve venir los problemas.

Y en este sentido hablamos de un “karma” o justicia divina que pone al talentoso en la cima y al necio en el fondo. Un ejemplo de esta historia es la película de El gran Gatsby o Scarface.

2. Historias Orfeo
Son los viajes de ida y vuelta al infierno, retoma su nombre del mito de Orfeo, quien desciende al inframundo para salvar a su amor Eurídice de las garras de la muerte, Orfeo logra convencer a Hades utilizando su habilidad para tocar el arpa y logrando deleitar con sus melodías al rey del inframundo, solo se le pone a Orfeo una simple condición; y es que, mientras él y Eurídice estén realizando el viaje de regreso al mundo terrenal, Orfeo bajo ningún motivo puede voltear atrás, a escasos metros de llegar a la salida Orfeo no puede soportar la inquietud de saber si Eurídice sigue acompañándolo que en un momento de imprudencia gira la mirada hacia atrás y con ello pierde a Eurídice para siempre.

Este tipo de historias ofrecen siempre un final reflexivo, pero melancólico, no puede hablarse de una pérdida o derrota, pero si de un “peso” por la experiencia o aprendizaje recibido. Ejemplo de película: El silencio de los inocentes.

3. Historias Cenicienta
Ascenso sostenido del héroe o heroína, tiene su referente en el cuento de la Cenicienta, estas historias son aspiracionales, representan a aquella persona que a través de sus virtudes y méritos sortea toda serie de dificultades y obstáculos; a diferencia de las historias Ícaro, en esta metanarrativa el protagonista no compromete sus valores e ideales y sabe salir bien librado de las tentaciones y los males.

Ejemplo de películas de este tipo, obviamente la Cenicienta, De mendigo a millonario, En busca de la felicidad. Esta es la narrativa más socorrida, porque es aspiracional en todo sentido, el héroe o heroína no sucumbe a las tentaciones y al final obtiene el triunfo, la felicidad o al príncipe o princesa azul.

4. Viajes iniciáticos (o la forja del héroe)
El viaje del héroe, es el arquetipo del paso de la niñez a la madurez, es cuando el protagonista descubre su propósito en este mundo y decide ir por el. Esa transición debe pasar siempre por una aventura transformadora, un viaje que le permite al héroe poner a prueba sus talentos y forjar su destino. Aquí el elemento transformador es el viaje en sí, el proceso que convierte al hombre o mujer en héroe o heroína y con ello sellar su destino.

Ejemplo de películas con esta metanarrativa: Cuenta conmigo, Thelma y Louis. El viaje se vuelve el motor de la trama y va moldeando y desarrollando el carácter de los participantes.

5. El objeto mágico (o la búsqueda del héroe)
Joseph Campbell en su libro “El héroe de mil caras” desarrolla a profundidad esta metanarrativa. Se presenta a un individuo común y corriente que encuentra algo valioso o posee algo de valor y que de pronto le es arrebatado, acto seguido debe ponerse en marcha para recuperarlo, la combinación de la forja del héroe y la búsqueda del héroe conviven en perfecta simbiosis, pudiera decirse que ambas se potencializan, no existe viaje iniciático sin la forja del héroe ni la culminación de la búsqueda.

Ejemplos taquilleros: Star Wars, El señor de los anillos, Harry Potter.

6. Chico conoce a chica (sujeto u objeto mágico)
Tras un encuentro casual entre dos personas que se sienten atraídos el uno por el otro, de pronto ocurre algo que los separa, un viaje, una discusión o un tercero en discordia. Esa separación obliga al protagonista a realizar una búsqueda, recuperación o reencuentro.

Ejemplo de película: Cuando Harry conoce a Sally y por lo general la mayoría de las comedias románticas donde hay un encuentro, separación y reencuentro de los protagonistas.

Esas son las seis metanarrativas o la base para construir tu historia, puedes tomar cualquiera de esas narrativas y desarrollar tu historia para generar un verdadero impacto, solo recuerda que la combinación adecuada de las 31 funciones en las cuatro fases puede permitirte crear historias maravillosas que comuniquen, conecten e impacten a tu auditorio.

Si el final de tu historia no convence, cautiva o emociona, entonces todo se habrá perdido.

El reto de la historia es mostrar su culminación, que el personaje o personajes logren salir adelante a pesar del conflicto, la adversidad y el drama.

Al elaborar de manera adecuada tu historia puedes regresar al principio y conectar el final con el comienzo, brindándole al público la sensación de completud; y con ello, mostrar al nuevo y mejorado personaje, como bien dijo Goethe “nadie cruza el bosque y sale de la misma manera”, el protagonista viajo del punto A al punto B; al llegar al punto B ya no es el mismo, el camino que emprendió no sólo fue físico sino también interior, hubo un crecimiento.

Cuida el final de tu historia para cautivar y emocionar, dale al público aquello que está buscando; ¿qué busca el público? respuestas a los problemas, la culminación de un ciclo de manera satisfactoria, aprender y ser mejor, etc.

 

Comunicadores somos y en el camino andamos.

 

Referencias

PROPP, Vladimir. (s.a). Morfología del cuento [Libro digital]. 21 Editorial Fundamentos.

TORRES, M. E. (6 de septiembre de 2019). Hollywood lleva 100 años contándote las mismas seis historias y no te habías dado cuenta. [Artículo]. El País. https://elpais.com/elpais/2019/09/03/icon/1567518278_350381.html