Omar Romero Contreras
Public Speaking Trainer
Omar Romero Contreras
Public Speaking Trainer
A raíz del impacto generado no sólo por el Internet sino por las tecnologías de la información y comunicación (TIC´s), nuestra forma de comunicarnos, de interactuar, incluso la manera en cómo concebimos el mundo y procesamos la realidad cambio significativamente. Fuimos testigos y lo seguimos siendo de un cambio tan impactante que no tiene equivalente en la historia moderna del siglo XX y lo que va del XXI, la revolución generada por las TIC´s nos afecta y nos moldea.
Y en esta transformación, la actividad de hablar en público no se mantuvo ajena a sus efectos. Sin embargo, muchas personas confunden hablar en público con oratoria, piensan que quien habla en público es un orador.
En México existe una tradición muy importante en cuanto a la oratoria, diversos concursos de oratoria se llevan a cabo año con año en todo el país, el Concurso Nacional de Oratoria y Debate Público organizado por el periódico El Universal data del año 1926, es uno de los más longevos y se encuentra vigente hasta nuestros días.
Dicho concurso ha aportado una veta muy rica de jóvenes oradores que cada año llenan los foros para demostrar sus dotes con la palabra y la elocuencia. Sin embargo, la vigencia de la oratoria, como herramienta de comunicación y transformación social, ha cedido terreno a nuevos estilos de comunicación que se decantan en el nuevo estilo para hablar en público; un estilo más conversacional.
Este estilo conversacional, es un estilo donde no existen las poses fijas o ciertos ademanes; es igual a la conversación que cualquiera de nosotros puede tener con otra persona, solo que esa conversación es entre el público y el comunicador.
Se puede pensar que hablar en público y oratoria son los mismo, de ello, quién habla en público puede ser llamado “orador”, sin embargo, existen diferencias sutiles pero abismales entre ellos.
El Diccionario de la Real Academia Española define oratoria como el arte de hablar con elocuencia y entiende por comunicación la correspondencia, transmisión, unión, medio entre dos o más personas o cosas.
Si bien no se puede considerar como oratoria todo acto de hablar en público, sí que todo acto de hablar en público comunica, sea o no un orador la persona que tiene uso de la palabra.
El sentido de la palabra comunicación es mucho más amplio, la oratoria es el arte de hablar con elocuencia y aquí me gustaría preguntarte ¿Alguna vez has visto una persona que ha sido elocuente sin decir una sola palabra? ¿la persona ha sido elocuente con su mirada, sus gestos o su movimiento corporal? Apuesto que sí, porque el hecho de comunicar no está exclusivamente ligado al habla, todo en nosotros comunica y cuando hablamos en público nuestra comunicación es para el auditorio; visual, auditiva y cinestésica.
De esta forma, los grandes líderes de nuestro tiempo han llevado la comunicación a otro nivel, no sólo hablando en público, sino permitiendo al auditorio sentir esas palabras que salen de su boca, quienes los hemos escuchamos nos vemos envueltos en una gama de emociones que nos sacuden, contagian y apasionan.
Por ello, no circunscribo el acto de hablar en público, simplemente al de la oratoria, para lo cual utilizo el termino hablar en público como aquel que está vinculado al acto de comunicar por canales más abundantes, el orador busca ser elocuente con las palabras, el comunicador no busca ser elocuente, es elocuente porque habla desde el corazón, desde su vivencia, desde su experiencia y por eso se vuelve elocuente. Y aquí esta una diferencia sutil pero abismal.
En el caso del orador, el diccionario de la Real Academia lo define como la persona que habla en público, pronuncia discursos o imparte conferencias de forma elocuente y con estilo elevado. La definición para comunicador nos dice que es una persona con una actividad pública: que se considera capacitada para sintonizar fácilmente con las masas.
Aquí se encuentra la diferencia sutil pero abismal, entre orador y comunicador, el orador pronuncia discursos con estilo elevado, el comunicador “sintoniza con las masas” y de eso se trata, de conectar con la gente, de sintonizar tus emociones con el público que te escucha.
Hablar en público con maestría, lo puede hacer cualquiera si se entrena correctamente, pero, cambiar al mundo con tu mensaje tiene que ver con una idea valiosa por compartir y comunicarla, transferirla o propagarla en el auditorio. Y eso sólo se logra cuando sintonizo mi mensaje con las expectativas, sentimientos y aspiraciones del público.
Por eso, es pertinente distinguir hablar en público de oratoria y al comunicador del orador. En ocasiones percibo como el orador y la oratoria luchan incesantemente para mantener vivo su legado, aferrándose a las glorias del pasado, cuando de lo que se trata es de “sintonizar” con los nuevos tiempos y adaptarse al contexto y los desafíos que generan las nuevas formas de comunicar.
Como lo menciona Francisco García Pimentel “Soy un firme creyente de que la oratoria ha sido malentendida en muchos de los lugares que dicen enseñarla. Generaciones completas de oradores acartonados y robóticos nos has acostumbrado a creer que la oratoria es así: un tanto ridícula y poco natural.”
Recuerda siempre: no todo el que habla en público es orador, pero, todo aquel que habla en público, siempre comunica.
Comunicadores somos y en el camino andamos.
Este texto forma parte de mi libro Comunicar con Poder y lo puedes encontrar aquí.